Luz de agostoJulio Carreras2024-03-16T10:21:08-03:00All Rights Reserved blogSpiritblogSpirithttp://fulgor.blogspirit.com/Julio Carrerashttp://fulgor.blogspirit.com/about.htmlCompasióntag:fulgor.blogspirit.com,2023-09-18:33483032023-09-18T10:17:00-03:002023-09-18T10:16:00-03:00 Atraídos por un fulgor levantaron la mirada. Y vieron sobre una nube a...
<p><em>Atraídos por un fulgor levantaron la mirada. Y vieron sobre una nube a Santiago Maldonado. Quien conversaba animadamente con San Pedro.</em></p><p style="text-align: center;"><img id="media-1364882" style="margin: 0.7em 0;" title="" src="http://fulgor.blogspirit.com/media/01/00/3514659705.jpg" alt="Menem" /></p>
Julio Carrerashttp://fulgor.blogspirit.com/about.htmlNo me abandonestag:fulgor.blogspirit.com,2023-08-12:33466282023-08-12T14:51:33-03:002023-08-12T14:50:00-03:00 En el verano de 1959 vivía entre las dificilísimas prácticas de los temas...
<p><em>En el verano de 1959 vivía entre las dificilísimas prácticas de los temas menos complicados de Chopin tres veces por semana a la siesta, las gigantescas sagas de Oesterheld plasmadas por Solano López, a veces, otras por Hugo Pratt o Casalla.</em></p>
Julio Carrerashttp://fulgor.blogspirit.com/about.htmlRespuesta a una pintora rusatag:fulgor.blogspirit.com,2023-03-31:33401522023-07-31T14:10:52-03:002023-03-31T09:46:00-03:00 Respuesta a una pintora rusa, quien solicitó le cuente cuál era mi rutina...
<img src="https://size.blogspirit.net/blogspirit.com/fulgor/600/media/01/02/60157041.jpg" alt=""/><p><em>Respuesta a una pintora rusa, quien solicitó le cuente cuál era mi rutina de trabajo. </em>Cuadro: Centelleante Petersburgo. Tatiana Parfenova. </p><p> </p>
Julio Carrerashttp://fulgor.blogspirit.com/about.htmlQué es el amortag:fulgor.blogspirit.com,2022-09-18:32738062023-08-30T08:43:31-03:002022-09-18T10:33:04-03:00 No es sexo. Aunque a veces lo es. Particularmente en los jóvenes. Mas el...
<p><span style="font-size: 14pt; font-family: 'times new roman', times, serif;">No es sexo. Aunque a veces lo es. Particularmente en los jóvenes. Mas el amor se materializa en ellos cuando nacen sus hijas o hijos.</span><br /><span style="font-size: 14pt; font-family: 'times new roman', times, serif;">Sí es fuerza. Aunque no se la percibe con formas de objetos. Un tipo de fuerza superior a cualquier potencia objetiva.</span><br /><span style="font-size: 14pt; font-family: 'times new roman', times, serif;">La mejor forma de practicar el amor es no confundirlo con el placer. Con ningún tipo de placer. Al controlar nuestros impulsos primitivos, vamos potenciando al amor. </span><br /><span style="font-size: 14pt; font-family: 'times new roman', times, serif;">El amor es, esencialmente, sanador. En caso de tropezar con un mal, en su propósito curativo, no lo destruye. Lo transforma, lo aisla o expulsa, temporariamente.</span><br /><span style="font-size: 14pt; font-family: 'times new roman', times, serif;">El amor actúa desde dentro de nosotros, si somos lo suficientemente sanos. Y desde el Universo, si el mal que enfrentamos es demasiado potente. La combinación de ambas acciones ocurre, cuando realmente es necesaria.</span></p><p style="text-align: center;"><img id="media-1156509" style="margin: 0.7em 0;" title="" src="http://fulgor.blogspirit.com/media/02/00/931996957.jpg" alt="2018-089-Families-Belong-Together-3.jpg" /></p>
Julio Carrerashttp://fulgor.blogspirit.com/about.htmlRedes peligrosastag:fulgor.blogspirit.com,2022-09-08:32734202023-08-30T08:43:31-03:002022-09-08T09:02:00-03:00 Por desgracia las redes sociales son un sistema de espionaje al servicio...
<p><span style="font-family: georgia, palatino, serif; font-size: 14pt;">Por desgracia las redes sociales son un sistema de espionaje al servicio del imperialismo. Esto no sería ni sorprendente ni novedoso, si no hubiera ido evolucionando hasta convertirse hoy, también, en un instrumento de control político. Así como disciplinamiento cultural, económico y social. <br />Facebook encabeza este aparato cibernético, seguido de cerca por Twitter. No olvidemos que Facebook controla, también, Whatsapp e Instagram.<br />Recientemente Facebook ha estado interviniendo, activamente, en el control de la información que se subía a esa red sobre el intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Tomando activa posición junto los promotores locales del odio. Sus robots fueron programados para censurar las opiniones y noticias publicadas por quienes aportaban datos veraces sobre este intento criminal. Mientras que los torpes insultos, y todo tipo de expresiones perversas, emitidas por la jauría de Juntos por el Cambio, UCR, "libertarios" o fascistoides de cualquier tipo, disfrutó de vía libre para su expresión denostativa.<br />Por lo general los comunicadores del pueblo son muy superiores a los odiadores. <br />Mas la cuestión es que, además de censurarlos, Facebook y demás redes occidentales, van generando una base de datos, provista a los organismos de espionaje para quienes trabajan.<br />Si a esto se suma que el espionaje es realizado por extranjeros, el riesgo de interpretar erróneamente nuestros conceptos resulta muy alto. Provocando así la potencial recreación de tragedias, ocurridas ya, a lo largo de la historia. En las cuales miles de personas inocentes son perseguidas, encarceladas y hasta asesinadas por una interpretación aviesa de sus opiniones.<br />Teniendo en cuenta la tecnología con que cuenta el imperialismo hoy -muestra de la cual son los cotidianos asesinatos cometidos en países de África por medio de drones, a los que se suman una larga lista de hechos semejantes, ejecutados a distancia, durante las últimas décadas-, que nuestros nombres y domicilios sean registrados en tales listas y bases de datos, es un asunto que debe suscitarnos verdadera preocupación.</span></p><p style="text-align: center;"><img id="media-1155824" style="margin: 0.7em 0;" title="" src="http://fulgor.blogspirit.com/media/02/02/3231786708.jpg" alt="CFK, Facebook" /></p>
Julio Carrerashttp://fulgor.blogspirit.com/about.htmlHoward Hughestag:fulgor.blogspirit.com,2022-01-16:32634612023-08-30T08:43:31-03:002022-01-16T10:10:00-03:00 Mi padre solía comprar Life en Español. La traía, cada semana, a veces...
<p style="text-align: center;"><img id="media-1138920" style="margin: 0.7em 0;" title="" src="http://fulgor.blogspirit.com/media/02/02/3069515528.png" alt="Life, español" /></p><p><span style="font-size: 14pt;">Mi padre solía comprar Life en Español. La traía, cada semana, a veces junta con otras revistas. Y las dejaba sobre el escritorio. De inmediato yo tomaba Life -u O'Cruzeiro- y comenzaba a mirar las grandes fotos, página por página. Así es que un día me topé con un informe especial sobre Howard Hugges. No sé si de inmediato o en algún otro momento, lo leí completo. Me impresionó tanto, que recuerdo ese reporte hasta hoy, a mis 72 años. Pese a que por entonces tenía unos 11 o 12. Y en el periodo intermedio pasaron por mis ojos, y mi mente, cientos de miles de páginas e innumerables imágenes.</span><br /><span style="font-size: 14pt;">Básicamente, lo que el informe decía, era que el multimillonario Howard Hughes, estaba recluido en un búnker gigantesco, construido expresamente para ello, en un lugar del desierto mexicano. Tenía 50 años, era dueño de la empresa aeronáutica Lockheed, entre otros inmensos negocios mundiales, algunos heredados -como el del petróleo. Hasta entonces había tenido decenas de amantes, entre las más famosas, Jean Harlow, Ginger Rogers, Katharine Hepburn o Bette Davis.</span></p><p style="text-align: center;"><img id="media-1138921" style="margin: 0.7em 0;" title="" src="http://fulgor.blogspirit.com/media/02/01/1174491506.png" alt="Life, español" /></p><p><br /><span style="font-size: 14pt;">¿Cuál era la razón por la que Hughes, a sus cincuenta años, siendo uno de los hombres más ricos del mundo -o quizá el más rico- había decidido aislarse? Miedo el contagio. Sus laboratorios le habían hecho conocer que los humanos vivimos rodeados, en nuestras atmósferas, por millones de microorganismos. Algunos portadores de potenciales contagios. Ello hizo que, desde entonces, hasta sus setenta y un años -edad en que fallecería, en 1976 (este dato lo obtuve ahora), existió encerrado. Sin recibir a nadie, salvo a sus enfermeras, médicos, y uno o que otro administrador de confianza. Siempre los visitantes con escafandras, cubiertos de pie a cabeza con uniformes sanitarios, para que sus respiraciones no pusieran en peligro al obsesivo magnate, ni tampoco hubiese posibilidad alguna de contacto físico. El artículo de Life en Español contaba -esto me impresionó mucho- que al tiempo de aquel informe periodístico -allá por 1962- las enfermeras se daban con que, cada vez que se les permitía entrar para cortarle las uñas, las de su mano habían crecido tanto, que ya tendían a enrollarse.</span></p>
Julio Carrerashttp://fulgor.blogspirit.com/about.htmlÚltima puertatag:fulgor.blogspirit.com,2021-04-07:32504912023-08-30T08:43:31-03:002022-01-08T11:54:00-03:00 Cuento inédito. Uno de los primeros que escribí al salir de la cárcel,...
<p><span style="font-size: 10pt; font-family: 'Times New Roman', serif;">Cuento inédito. Uno de los primeros que escribí al salir de la cárcel, hacia fines de 1982. Una Madre de Plaza de Mayo me dijo que era "muy crudo", que "daba miedo". Y "provocaba mucho dolor". Por eso no lo publiqué nunca. Hasta ahora. </span></p><p><span style="font-size: 12.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Julio Carreras</span></p><p><strong><span style="font-size: 18.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Última puerta</span></strong></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';"> </span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Se acercó, oí sus pasos, abrió la ventanilla de mi celda y me dijo:</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–Estás muerto.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Entonces comencé a caminar, la capa tremolaba en el viento frío y el sombrero negro de alas anchas me proyectaba una sombra celeste en los ojos.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">¿Habría sido cierto todo aquello? ¿O solamente una horrible pesadilla?</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Me sacaron de casa a la madrugada. Después fueron a buscarla a Amalia. Agachado en el suelo del auto alcancé a ver con el rabillo del ojo el rostro de su padre que gritaba y al milico que le pegó el culatazo en la cara. Eso fue cuando abrieron la puerta para tirarla al lado de mí. Temblaba. La habían sacado en camisón.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–Hola –le susurré– y eso me valió una tremenda trompada.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Enseguida nos pusieron una venda sobre los ojos y nos esposaron las manos a la espalda.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Había muchos autos esa noche. Mucho Ford Falcon, mucha gente de civil y también varios con uniformes militares.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–Ahora vamos a ver cómo te la bancas, moishe asesino –me dijo alguien, y otro agregó, suave:</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">– A la judía me la como yo.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';"><img id="media-1116574" style="float: left; margin: 0.2em 1.4em 0.7em 0;" title="" src="http://fulgor.blogspirit.com/media/00/00/649743923.jpg" alt="dictadura, argentina, presos políticos" />Mi padre era sastre en el barrio de Alta Córdoba. Mi abuelo lo había sido también. Para romper la tradición me habían elegido a mí: querían que sea doctor. Esa fue al final la causa de mi purgatorio. Estuvo dos años en la Facultad de Medicina, para conformar a papá, pero no aguanté. Mi vocación eran las mentes de los humanos, y la sociedad. Necesitaba comprender, hallar algún sentido a la serie de disparates de la historia que había conocido y de las causas de los hombres para cometerlas. Me inscribí en sociología.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Al llegar nos bajaron como bolsas de papas y nos tiraron en lo que intuí como un patio interior. A través de la trama de la venda luego de un esfuerzo alcancé a percibir que nos habían puesto en una especie de gran celda de altas paredes, sin techo.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–¿Amalia? – susurré, y endurecí el cuerpo para recibir el golpe. Pero el golpe no llegó; en cambio, oí su voz:</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">– Si, José….</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Le dije que no temiera, que nosotros no éramos guerrilleros y todo se iba a solucionar cuando llegaran los antecedentes de la universidad. No había que negar que éramos marxistas, pero todo el mundo sabía que no estábamos con la violencia. Marx lo había sostenido en innumerables escritos, y esencialmente en <em>El Capital</em>: cuando las masas asumen una verdadera conciencia transformadora, la violencia no es necesaria. La guerrilla era entonces una expresión de la ansiedad pequeñoburguesa, en suma, contrarrevolucionaria. Nosotros habíamos repudiado a la guerrilla y los considerábamos culpables de la descomposición del gobierno surgido de las elecciones. No estábamos de acuerdo con el golpe, pero no lo combatiríamos con las armas en la mano. Todo eso les diríamos, cuando nos preguntaran.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Alguien a quien no habíamos escuchado entrar nos habló con suavidad:</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–No se queden tirados en el piso, chicos, les puede agarrar una pulmonía…</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Nos trajo dos sillas y nos puso con las caras hacia el muro. Durante un rato se quedó parado en silencio, detrás de mí. Oía su respiración. De pronto, se escuchó viniendo de otra habitación un grito como de animal degollado; luego otro y otro.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–¡Qué macana hiciste con meterte en la subversión, José! – dijo el que nos levantara antes.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Me quedé helado. Quise contestar, pero el tipo siguió, con suavidad.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–Aquí son muy bravos los muchachos, muy bravos.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–Señor… – alcancé a articular, pero ya se había ido. “¿Amalia?”– susurré, pero no me contestó. Cautelosamente, tanteé con el pie su silla: no estaba. Se la habían llevado.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">A lo lejos se oían otra vez los gritos y también música, de pronto se empezó a oír música.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">En la Universidad yo había sido un alumno destacado. Al cabo mi padre se fue amoldando a mis inquietudes, y terminó por aceptar mi elección de carrera. De cualquier modo, le enorgullecía tener un hijo universitario. Pero justamente en ese tiempo se murió: un ataque. Y mi madre le siguió a los seis meses, yo pienso que de tristeza. Fue entonces que comencé a dedicarme con más intensidad al Centro de Estudiantes. Ya era secretario general cuando la conocí a Amalia.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Sentí como si una grúa me levantara y no sé de qué manera me vi envuelto en una infernal combinación de golpes, gritos y zarandeos, literalmente en el aire todo el tiempo mientras diferentes voces me gritaban:</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–¡¿Cómo te llamas?!</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–¡¿Quién es tu responsable?!</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–¡¿Qué cargo tienes?!</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–¡¿A qué zona perteneces?!</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–¡¿Qué cargo tiene la mina?!</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–¡Hablá, hijo de puta, que te vamos a reventar!</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Había una voz de mujer. Cuando le contesté que mi nombre era José Zaher, me agarró de los testículos y me los apretaba mientras me gritaba:</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–¡Ese no, judío hijo de puta!, no te hagas el vivo! ¡nombre de guerra queremos!</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Me golpearon hasta cansarse y me dejaron. Me levantaron en vilo y me tiraron en una celda pequeña, de techo alto. Me sentía tan aturdido y cansado que enseguida me dormí.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">No sé exactamente el tiempo que habría pasado, pero calculo que era el mediodía, cuando me sacaron. De las celdas, donde al parecer había otros prisioneros, se oía el ruido de los platos de chapa.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–Vení Josecito– me dijo el guardia–, ahora viene la parte más linda. Yo comencé a temblar. Ya había perdido un zapato la noche anterior, le camisa estaba en jirones y por la rendija de la venda me vi el pantalón con manchas de sangre.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–– Señor… – rogué.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–A mí no me digas nada, muchacho: allá hablá– me contestó. Me dejé guiar en silencio.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Amalia había sido para mí como el signo de una nueva etapa. Nunca tuve mucho éxito con las mujeres, tal vez porque involuntariamente las rehuía: en el fondo, les tenía miedo. Tenía miedo que me preguntaran de mi vida, que tuviera que contarles mi historia y al fin supieran quien era yo. ¿Pero de qué me avergonzaba? ¿De que mi padre fuera un pobre sastre? ¿De qué en la vida de mi familia no había pasado nunca nada destacable después de la huída de Polonia? ¿Y qué aun esa huida había sido algo sin riesgo, pues a nadie le interesaba allí? Ni siquiera éramos ese tipo de inmigrantes rubios, tan bien recibidos aquí… En el barrio me decían “ruso negro”. ¿O que en el barrio me dijeran “ruso”, aunque me cansaba de explicar que no era ruso, ni siquiera polaco, sino tan argentino como cualquier otro? </span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Y a pesar de todo mi padre quería ser un buen burgués, y que su hijo tuviera la chapa en la puerta. Pero Amalia trajo a mi vida una nueva orientación. En primer lugar se enamoró de mí, cosa que a mí mismo me sorprendió. Ella era una hermosa muchacha de ojos claros y yo siempre me consideré muy feo: si me dejé la barba fue en parte para ocultar esa fealdad. Luego me ayudó vitalmente en la dura tarea de asumirme tal cual soy. Y ese fue el descubrimiento más importante a que accedí en mi vida.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–Desnúdenlo– escuché que alguien decía. Me sacaron las ropas a los tirones y me pusieron sobre una mesa de cemento. Me sacaron las esposas y me encadenaron con los brazos abiertos y las piernas a unas argollas. Me echaron agua.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Después comencé a sentir los choques de energía eléctrica en el alma. ¡Madre mía! Me ponían la picana en las bolas pero en un instante el dolor abarcaba todo el cuerpo, hasta llegar al alma; no se puede describir ese dolor, es como mil picos de caranchos que te arrancaran los intestinos y la piel a tirones y en piezas a ver relámpagos azules y colorados frente a tus ojos y se te seca la boca.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Me reventaron con la picana y después recomenzaron con los golpes; esa era su táctica; picana y golpes: y en los intermedios, preguntaba. </span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">– ¡Hablá judío hijo de puta! – la palabra judío era constante; parece que para ellos constituía un insulto más.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">– ¡¿A dónde están las armas?! ¡¿A dónde están los otros!?</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">(<em>Entonces, si todo esto ocurrió, si no fue una horrible pesadilla, yo tengo que pedir perdón: perdón al Chacho, perdón a la Analía, perdón al Washington Gutiérrez a quienes los padres lo mantenían a duras penas del Perú para que terminara su carrera que yo sabía que era del ERP porque quien no lo sabía después de todo, si él era una de los que en todas las asambleas levantaba la pancarta, pero no debía haberlo cantado, a él le estará pasando lo mismo que a mí ahora, si todo esto existe, si no es pesadilla, o mejor dicho existió perdón a Corina y a Manuel y al Zurdo y a Felipe y a tantos compañeros del Centro de Estudiantes les tengo que pedir perdón hermanos, hermanos y hermanas, pero ustedes no saben lo que es la picana, en serio, no se aguanta y los golpes y el cuerpo que se te hincha y los gritos y la música y te dicen que te la van a violar a Amalia y vos te sientes como un pobre gusano, no se aguanta, compañeros, y yo no lo aguanté</em>…)</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Pero después que dije todo lo que sabía y lo que no sabía también, no sé si por un monstruoso sadismo o por un plan perfectamente estable oído uno a quien llamaban “el capitán Tigre”, mandó:</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–Traigan a la judía– y después me dijo a mí, ahora vas a ver algo lindo. Y me sacaron la venda.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Al principio sólo vi un resplandor, a pesar de que la voz era un solo foco amarillento. Después, la sala de tortura; yo me había imaginado un salón inmenso y era apenas un cuchitril de cinco por cuatro con la mesa de cemento en el medio y no vi más pues en ese momento apareció Amalia. La traía un suboficial y continuaba esposada. Y con los ojos vendados. Como ciega entró, tanteando con los pies descalzos. Llevaba aún el camisón con el que la habían secuestrado y al parecer no la habían golpeado. Yo grité y ella se detuvo. Entonces alguien me golpeó de atrás. Sentí la sangre chorrear por mis mejillas inflamadas.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">El capitán Tigre ordenó que la desnudaran. La pusieron sobre la mesa, adonde yo había estado, sin sacarle las vendas de los ojos y la encadenaron de las manos y las piernas. Vi el vello rubio de su pubis y sus hermosos pies temblando frente a mí. Y después la violaron. Uno a uno, fueron subiéndose a la mesa y bárbaramente la violaron. Amalia gritaba y se debatía pero no se oía nada porque la música atronaba. Alguien me arrastró de los pelos hasta el borde de la mesa y vi como el capitán Tigre le abría la boca con las dos manos y mientras le introducía su pene chorreante de semen la obligaba a aprisionarlo con los labios me gritaba:</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–¡Mirá como me chupa la pija tu hembra, judío!”</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Se oía sólo la barahúnda del cuartetazo.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Entonces me desmayé.</span></p><p><em><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">No sé si todo esto sucedió. Dios mío, o si fue una pesadilla que me enviaste de castigo, pero si sucedió estuve varios días en los que me sacaban, me torturaban, primero me aplicaban la picana y después me golpeaban, y recuerdo que la mujer rubia que ellos decían que “colaboraba”, parecía tener obsesión por mis órganos genitales, porque un día vino sola, cuando yo estaba tirado en mi celda, entró, me bajó el pantalón y comenzó a acariciarme, mientras me decía mi amor, mi chiquito y otras cosas, me acariciaba los órganos y cuando se produjo mi erección levantó un palo que había traído y comenzó a golpearme con saña y me gritaba: “No vas a tener nunca hijos, si vives, víbora judía”, y me golpeó tanto que después creo que orinaba nada más que sangre. Digo creo porque yo ya no me levantaba por mis propios medios, y tampoco me vendaban los ojos y yo pensé que me iban a matar, cosa que después parece que se confirmó.</span></em></p><p><em><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Si sucedió todo esto, digo, me acuerdo que un día vino un hombre uniformado de combate con estrellas, creo un coronel, tal vez y me estuvo hablando no sé por cuanto tiempo de los protocolos de Sión y de la conjura internacional y como yo no pude darle los datos de nuestros contactos sionistas entre los sefaradíes –él decía que los ashkanazzin eran aliados– se fue decepcionado.</span></em></p><p><em><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Hasta que llegó esa tarde gris en que me abrieron la ventanilla y me dijeron:</span></em></p><p><em><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–Estás muerto.</span></em></p><p><em><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Entonces sentí el ruido del candado, voces y alguien que decía:</span></em></p><p><em><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">–Me parece que ya reventó, mi teniente.</span></em></p><p><em><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Pero yo ya no estaba más allí, porque había empezado a despertar y a darme cuenta de que todo era solo un mal sueño y que había terminado, pues yo caminaba sereno por medio de las nubes y mi capa tremolaba suavemente en el aire frío, y a lo lejos me esperaban mi padre y mi madre, sobre otra nube, con los brazos abiertos y los ojos llenos de lágrimas.</span></em></p><p><em><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Los abracé emocionado y después comencé a buscar a Amalia.</span></em></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';"> </span></p>
Julio Carrerashttp://fulgor.blogspirit.com/about.htmlSobre el origen de los movimientos guerrilleros en la Argentinatag:fulgor.blogspirit.com,2021-12-30:32629242023-08-30T08:44:04-03:002021-12-30T19:49:00-03:00 Entrevista a Julio Carreras, efectuada por la estudiante de Historia...
<p><em>Entrevista a Julio Carreras, efectuada por la estudiante de Historia Fernanda G.A., el 14 de septiembre de 2012.</em></p><p> </p><p><img id="media-1137926" style="float: left; margin: 0.2em 1.4em 0.7em 0;" title="" src="http://fulgor.blogspirit.com/media/02/01/263480377.jpg" alt="guerrilla, erp, argentina" />Pregunta: ¿Cuáles son las causas del surgimiento de los movimientos armados en Argentina?</p><p>Respuesta: Los movimientos armados surgen cuando se agotan las posibilidades de participación en las medidas de gobierno. Como ocurrió desde 1955 en adelante.</p><p>Los antecedentes del siglo XIX, son la Revolución de Mayo. Y posteriormente las insurrecciones armadas impulsadas principalmente por la Unión Cívica Radical. También los atentados de grupos anarquistas a fines de ese siglo y principios del XX.</p><p><br />P: ¿En qué contexto nacional e internacional surgen?</p><p><br />R: Luego de la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos se propone organizar el mundo de acuerdo con sus intereses económicos y culturales. Para ello promueve el derrocamiento de todos los gobiernos que intenten un desarrollo independiente. Como el de Mossadegh, en Irán, Arbenz en Guatemala o más tarde Sukarno, en Indonesia, donde se asesinaron alrededor de un millón de personas en un solo día. Todos los gobiernos derrocados por la CIA y sus aliados locales eran de origen absolutamente legítimo y democrático, elegidos por sus pueblos en elecciones libres. El derrocamiento de Perón ocurre en circunstancias semejantes, con la abierta participación de la embajada de Estados Unidos en la Argentina.</p><p><br />La primera guerrilla argentina, los Uturuncos, surge hacia 1958 debido a la proscripción de la principal fuerza política, el peronismo.</p><p><br />ERP y Montoneros, nacen también con el propósito de recuperar la democracia. Se vive entonces la dictadura de Juan Carlos Onganía. Ambas guerrillas -especialmente el ERP-, se proponen, además, alcanzar el socialismo.</p><p><br />P: ¿Cuáles son los más importantes? ¿Por qué?</p><p><br />R: ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y Montoneros, fueron los grupos guerrilleros más importantes. El primero, llegó a contar unos seis mil militantes organizados en todo el país (aunque de ellos sólo unos ochocientos o novecientos realmente estaban armados).</p><p>Montoneros también sustentaba su fuerza armada real en unos mil quinientos combatientes. Aunque en ciertos períodos de su desarrollo llegó a contar con cientos de miles de simpatizantes, que colaboraban en su estructura legal.<br />ERP fue pacientemente organizado desde las bases por decenas de militantes muy sacrificados, especie de cruzados del socialismo. Fue un trabajo de hormiga que comenzó a principios de los '60 y fructificó en los 70.<br />Montoneros tenía el apoyo de algunos sectores empresarios nacionales y del movimiento peronista.</p><p><br />P: ¿Cómo impactan los golpes de estado ('43/ '55/'76) en ellos?</p><p><br />R: El golpe del 43, si bien no parecía proponerse claramente eso, terminó por recuperar la democracia en la Argentina, perdida desde 1930. El gobierno peronista, entre 1946 y 1955, fue de prosperidad y desarrollo, además de respetarse las libertades públicas.</p><p>El golpe de 1955, en cambio, comienza la siniestra saga de crímenes cada vez mayores que terminarían en su versión más perversa, la dictadura militar de 1976-1983.<br />Luego de 1955 es que los mejores militantes políticos de la sociedad civil comienzan a plantearse la lucha armada.<br />P: ¿Qué consecuencias políticas y sociales trajeron estos movimientos en el país?<br />R: Los movimientos guerrilleros fueron un factor importantísimo para obligar a la dictadura militar a conceder nuevamente elecciones, en 1973. </p><p>Luego, el testimonio de vida de sus militantes y sus proyectos de una sociedad justa y libre, quedaron impresos en el inconsciente colectivo. Para las siguientes generaciones de jóvenes que, hoy, parecen estar recuperándolos.<br />Las consecuencias de la derrota y aniquilamiento de los jóvenes idealistas de los 70 permitieron al imperialismo y a los peores políticos destruir el aparato productivo de la Argentina. Y convertirla en una nación mendiga, siendo que posee los recursos como para ser una de las más ricas del mundo.</p><p><strong>Nota posterior: </strong>Debe añadirse a las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas), FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) y FAL (Fuerzas Argentinas de Liberación). Estas últimas surgidas a mediados de la década de los '60- fueron organizaciones muy importantes en este proceso. Tampoco se mencionaron otras, como el ELN, brazo armado del Frente Revolucionario Peronista, los Comandos Populares de Liberación, y varios grupos que aportaron su cuota de militancia, experiencias y sangre a esta gran lucha. Eso lo hemos desarrollado, no del todo, pero al menos con más extensión, en un libro denominado La Política Armada. <br /> </p>
Julio Carrerashttp://fulgor.blogspirit.com/about.htmlCine y Radio Escolartag:fulgor.blogspirit.com,2021-11-04:32606292023-08-30T08:44:04-03:002021-11-04T12:50:00-03:00 En 1958, el Consejo General de Educación aprobó la Dirección de Cine y Radio...
<p>En 1958, el Consejo General de Educación aprobó la Dirección de Cine y Radio Escolar de la Provincia de Santiago del Estero. Por ese entonces no existía un Ministerio de Educación, debido a lo cual el Consejo era la máxima autoridad gubernamental en la provincia. Gobernaba el Dr. Eduardo Miguel, recientemente elegido a través del voto popular.<br />La iniciativa y proyecto había sido presentada por Julio Carreras. Carreras era Maestro Normal, tenía 30 años y trabajaba, además, como guionista y locutor en LV11, Radio del Norte.<br />El Consejo designó a Julio Carreras como su director, asignándole un solo empleado: el Técnico Electricista César Suárez. Además de algún mobiliario, como un escritorio, sillas, dos armarios, dos máquinas de escribir y algunos otros elementos, se determinó la cesión de todo el espacio de un amplio sótano, en el edificio de Entre Ríos 55. Por entonces uno de los pocos edificios elevados, con cinco pisos de altura. Donde funcionaban el Ministerio de Salud Pública, el Consejo de Educación y otras numerosas oficinas gubernamentales administrativas.<br />Además del proyecto aprobado, que incluía proyecciones cinematográficas, cursos de capacitación a los docentes, introducción de diapositivas en la Educación Pública, edición de una revista de capacitación docente, la flamante Dirección de Cine y Radio Escolar de Santiago del Estero contaba con un poderoso proyector de cine, para películas de 35 mm, una pantalla profesional -semejante en tamaño a las de los cines-, con toda su estructura metálica para montarla al aire libre, y un poderoso amplificador, con baffles, adecuados a grandes espacios abiertos. Todo ello había sido obtenido como donación a la provincia, por contactos personales con la Embajada de Alemania, por parte del director, Julio Carreras.</p><p><strong>Contexto educacional</strong></p><p>Según el historiador Antonio Castiglione, el gobernador electo Eduardo Miguel, apenas al asumir reincorporó "al personal cesante de la administración pública,[ ...y ] equiparó los sueldos del magisterio provincial, que estaban bastante retrasados, con los de la Nación". <br />El día 12 de febrero de 1958, se creó la Facultad de Ingeniería Forestal. Fue la primera Facultad de Ingeniería Forestal de la Argentina.<br />El 30 de abril de 1959, se fundó la Academia Nacional de Bellas Artes. Su primer director fue el escultor Roberto Delgado. <br />El 7 de junio de 1959 se fundó el Instituto Sanmartiniano, cuya comisión designó como presidente a José F. L. Castiglione y como secretario a Luis A. Ledesma Medina. <br />El 3 de julio de 1959 se inauguró el monumento a Dn. Hipólito Yrigoyen, en la esquina de calles Alvear e Yrigoyen. Su diseño había sido proyectado y dirigido por los arquitectos Aníbal Oberlander y Carlos David.<br />El 20 de mayo de 1960 se creó el Instituto Universitario "San José". Ese 21 de junio comenzaría a funcionar la Universidad Católica de Santiago del Estero.<br />El 6 de junio de 1960 se creó, además, el Instituto Superior "Santo Tomás de Aquino".</p><p><strong>Dirección de Técnicas Audiovisuales</strong></p><p>Entre 1960 y 1970 la Dirección tendría un crecimiento geométrico. Ocupando un gran edificio independiente, con varias oficinas, en la calle 24 de septiembre 450. El personal se convirtió en numeroso, siendo algunos de sus empleados administrativos quienes se mencionan a continuación: Profesor Silvano Ávila, Sra. de Viano, Inspector Carlos R. Bravo, Inspector Mariano Carreras, Maestro Ramón Marcos Pérez, Maestra Marta Pereyra de Díaz, Maestro Luis Orlando Contreras.<br />Licenciado Pedro J. Luna, Profesora Mary J. de Di Lucca, Maestra Emalina López de Mansilla, Maestra Emma V. de Montenegro, Maestra Elcira Bethular de Jiménez.<br />Profesor Juan Carlos García, Fotoperiodista Héctor Cervera, Técnico César A. Suárez, Periodista Miguel A. Rubín, Sra. Esmilda de Juárez, Sr. Carlos Alberto Ponce. Todos ellos, siempre bajo la dirección de Julio Carreras. Quien en el transcurso obtuviera de una universidad privada de Buenos Aires, el título de Licenciado en Relaciones Humanas.<br />En este período, además de las proyecciones de cine y audiciones radiales, se había creado en el ámbito de esta institución el Centro de Documentación Educativa y se editaba la revista Santiago Educacional. Que se distribuía cada dos meses, en forma gratuita, para todos los docentes de la provincia.</p><p><img id="media-1134013" style="float: left; margin: 0.2em 1.4em 0.7em 0;" title="" src="http://fulgor.blogspirit.com/media/00/01/1821198874.jpg" alt="Julio, Carreras, padre, del hijo" width="400" height="467" /></p><p><strong>Foto:</strong> Maestro <strong>Julio Carreras</strong>. Fundador de la Dirección de Cine y Radio de Santiago del Estero. Primer cine móvil de esta provincia, para llevar aquella tecnología, por primera vez en la historia, a todas las localidades del interior santiagueño. (Padre del autor de este blog.)</p>
Julio Carrerashttp://fulgor.blogspirit.com/about.htmlTucumántag:fulgor.blogspirit.com,2021-08-21:32573242023-08-30T08:44:04-03:002021-08-21T18:25:00-03:00 Juan Cruz salió de Santiago una madrugada neblinosa, y llegó a Tucumán...
<p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Juan Cruz salió de Santiago una madrugada neblinosa, y llegó a Tucumán cuatro horas después; había salido el sol. En Tucumán hacía un hermoso tiempo primaveral. Paquito Amor, que le había ido a esperar a la terminal de ómnibus, estaba acompañado de un muchacho flaco y pequeñito, de sonrisa estúpida, a quien presentó como el chofer del conjunto. Abordaron una camioneta grande, un poco destartalada, que era el transporte en el que iba a efectuar la gira, según dijo Paquito, entonces Juan Cruz se volvió a sentir plenamente bien, cuando el vehículo se puso en movimiento. El espléndido sol coloreaba el aire transparente, calles angostas como en un damero, casas antiguas, desfilaban despaciosamente al lado de la ventanilla, el sol iluminaba por fragmentos las irregularidades de paredes que habían perdido por partes el revoque, y mostraban los ladrillos colorados y negros. A cada giro de la camioneta, Juan Cruz iba redescubriendo enfoques únicos de esa ciudad vieja, ciudad de tantos espíritus, en la que convivían la mística, el olor a vino, los tráficos carnales, la lujuria, la paz, la pobreza y el oro… los siglos y el bullicio del presente… Tucumán le seducía y le rechazaba; la amaba y le tenía aversión. Como en el espíritu de un hombre, en su personalidad, no se hallan solo sentimientos armónicos, si no por el contrario en el mismo individuo conviven las tendencias más altruistas con las oscuras, en las ciudades existe tal multiplicidad de actividades, externas e íntimas, que disfrutan y conviven removiendo cada uno su propio espacio y modelando de a poco cada una su signo, su vestigio en algún lugar de la ciudad y acumulándose en la cultura y la genética de las generaciones, que al fin terminan por modelar un monstruo, más o menos disperso o unitario, material y metafísico, que resulta ser aquel carácter de la ciudad que los espíritus más sensibles creen percibir. Este carácter se manifiesta en la arquitectura de los edificios, en las manchas de las paredes, en los colores de las vidrieras; pero también en las tortuosidades de los troncos de los árboles y en sus follajes, en el color de la tierra, las flores y las hierbas, así como en las actitudes y las formas físicas de los animales y las facciones y los modos de los habitantes, hombres y mujeres. Hay una constante en los rasgos de los habitantes de una ciudad que no se repite en sus similares de otra ciudad: aquella arruga en forma de ángulo, aquel tono desteñido en los cabellos, tal o cual inclinación en los pechos de una mujer. Son signos de que allí, por generaciones se han adoptado modos y pensamientos dominantes, que modelan el cuerpo y el alma: en Salta se come o se toma así, se saluda asá, se opina de este modo sobre lo que es o no es conveniente decir; en Mendoza estos preceptos, aunque no drásticamente, cambian. Entonces, tal manera de hablar, tal manera de sentarse a la mesa y tales convenciones sociales terminan por pergeñar un sutil perfil común en los cuerpos y los espíritus de los paisanos. </span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Este perfil se manifiesta en los tonos de voz y en las miradas, en innumerables aspectos de la cultura y en sus edificaciones, pero también dota de una determinada energía constante al aire de la región, de tal modo que si pudiera verse por un momento separado tal aire del conjunto de objetos y seres que lo penetran, podría decirse, por una intuición de todos nuestros sentidos, por ejemplo: “Esta atmósfera, es de Tucumán”. Así meditaba Juan Cruz aquella mañana, mientras pasaban a su lado visiones transparentes de los automóviles, que se atosigaban en las calles avanzando lentamente, ruidos de gritos, conversaciones y músicas lejanas, olores, a pinturas, a perfumes de mujer, y a orín, y el fluyente deslizarse de los transeúntes entre los que el alerta subconsciente detectaba de vez en cuando alguna bella muchacha, de aquellas tan típicas muchachas tucumanas: de piernas flacas y tetas anchas. Se internaron en los suburbios, por calles más angostas y empedradas. Las casas que bordeaban las veredas se hicieron más viejas y ruinosas; Juan Cruz reconoció enseguida el clima característico de las zonas menos acomodadas, aunque en desgarrante lucha por no mezclarse aún con el pobrerío. Casas viejísimas con el revoque cayéndose a pedazos, a la par de nuevas pero modestas casitas a medio terminar, pasillos oscuros al final de los cuales se adivinaba el hacinamiento de varias familias, techos manchados de humo, y las mujeres, de entrecasa, con sus bolsitas, haciendo las compras del día.</span></p><p><span style="font-size: 14.0pt; font-family: 'Times New Roman','serif';">Estacionaron frente a una casa muy vieja, con balaustradas altas y breves al frente, una galería y un pequeño jardín.</span></p><p style="text-align: center;"><img id="media-1127749" style="margin: 0.7em 0;" title="" src="http://fulgor.blogspirit.com/media/00/01/107999888.jpg" alt="tucuman-terminal.jpg" /></p>